EVALUACIÓN DE ARGUMENTOS
Una vez que podemos reconocer que hay distintos tipos de argumentos, así como las situaciones en las que se emplean, ¿cómo podemos reconocer cuándo estamos ante buenos argumentos? Antes de contestar esta cuestión, hay una pregunta precia que debemos responder: ¿qué entendemos por "buenos argumentos"? No es una pregunta de fácil respuesta. Es necesario tener claras las motivaciones que llevan a la generación de argumentos, porque no sólo interesa tener estructuras impecables que muestran en qué casos está justificado el paso de premisas a conclusión. Interesa también que aquello de lo que se habla sea verdadero o, al menos, verosímil; pero además, deberá ser pertinente y relevante de acuerdo con la situación que se está considerando y las particulares circunstancias de su producción. Incluso pueden interesar otros factores cercanos a la creación del argumento, como considerar las repercusiones emocionales y éticas que tiene, tanto en el productor como en el receptor del argu...