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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Errores de la argumentación

En cualquier contexto argumentativo siempre está latente la posibilidad de que nos engañen, es decir, que aceptemos como verdaderas conclusiones que no están lo suficientemente fundamentadas en las premisas ofrecidas como para respaldarlas. A veces, cuando generamos argumentos podemos cometer errores y caer en falacias . Las falacias son argumentos que, a simple vista, parecen bien hechos, pero cuando los analizamos cuidadosamente descubrimos que no lo son, aunque tengan fuerza persuasiva. Se trata de argumentos deficientes, porque las premisas no ofrecen un apoyo adecuado para aceptar la verdad de la conclusión. Las falacias se pueden cometer por diversos motivos: a veces porque tenemos el afán de tener siempre la razón (aunque sepamos que estamos ofreciendo argumentos malos, lo hacemos para buscar el reconocimiento o aceptación de quien nos escucha y no porque busquemos la verdad), pero también pueden ser producto del descuido, de la ignorancia o de la poca habilidad para elaborar bu...

Proceso de evaluación de argumentos

Hemos visto los criterios mínimos para evaluar argumentos. En el siguiente tema profundizaremos en los errores en la argumentación que están claramente tipificados y que reciben el nombre de falacias .  Es suficiente con detectar una falla en cualquiera de los criterios señalados para poner en duda el argumento que se esté considerando. Pero hay que tener un cuidado especial cuando se evalúan criterios relativos al contenido o al contexto, porque éstos son elementos variables, es decir, las fallas que se presenten en un argumentos específico ̣̣ -por las cuales merece ser cuestionado- pueden no ser las misma que se advierten en otro. Incluso, lo que en un contexto puede ser visto como una falla argumentativa, puede no serlo cuando se ubica en un contexto diferente.  Más allá de estas observaciones, la estrategia de evaluación que se puede es analizar si el argumento falla en cualquiera de los criterios que hemos visto aquí. Cuando tenemos un argumento que sí satisface cada un...

Evaluación de argumentos (Relevancia)

El criterio de relevancia implica juzgar la atinencia del contenido expuesto en las premisas. Este es un criterio que depende del contexto, pues la atinencia o relevancia tiene que ver no sólo con el tema del que se hable sino también con las circunstancias del caso. Las premisas de un argumento son relevantes cuando ofrece información que es de importancia para lo que se está discutiendo en la conclusión.  Saber reconocer cuándo es atinente, o viene al caso, la información de las premisas no es tan sencillo. Hay que valorar las circunstancias en las cuales se produce el argumento, pues no es lo mismo valorar la relevancia si estamos en un debate, si intentamos tomar una buena decisión o si queremos desarrollar un ensayo.   

Evaluación de argumentos (Suficiencia)

El criterio de suficiencia se asocia a la cantidad de información contenida en las premisas que debe satisfacer todo el peso de la prueba para arribar a la conclusión. Esto es, defender la conclusión de un argumento supone el reto de que las premisas ofrezcan el desahogo de pruebas para respaldar dicha conclusión; las premisas deben aportar toda la información requerida para aceptarla. De esta manera, las premisas deben mostrar convincentemente que se debe aceptar lo que se propone en la conclusión a la luz de las evidencias aportadas por ellas. Para comprender mejor lo que exige el cumplimiento de la suficiencia podemos ejemplificarlo con el desarrollo de un juicio penal. En un juicio en el que se quiere demostrar que el acusado es el homicida, decimos que la argumentación presentada debe ser suficiente, es decir, debe ofrecer las evidencias a partir de las cuales se comprueba de manera clara e inapelable que el acusado es el asesino. La suficiencia corresponde al contenido de las pr...

Evaluación de argumentos (Verosimilitud)

Si no podemos tener garantía de verdad de los enunciados de un argumento, debemos al menos buscar que sean verosímiles, plausibles, en el sentido de que puedan ser creídos. Cuando no se pude garantizar la verdad de las afirmaciones, se espera que, por lo menos, se ofrezcan fuente confiables que respalden su probabilidad. Si se desea satisfacer este requisito, se cuidará de que en los argumentos no se introduzcan afirmaciones controvertibles o polémicas, sin que se cuente con suficiente evidencia o fuentes confiables que las respaldan.  El criterio de verosimilitud no es exclusivo del contenido de un argumento; está muy relacionado también con su contexto, pues en ocasiones la credibilidad de un enunciado exige tomar en cuenta las circunstancias en las que fue planteado u otras consideraciones, como certificar la confiabilidad de las fuentes o del emisor del enunciado. Pero hay un criterio más que está ligado al contenido del argumento: la suficiencia, aunque ésta tiene que ver exc...

Evaluación de argumentos (Verdad)

La verdad se atribuye al contenido de los enunciados que integran un argumento. Cada enunciado comunica una idea completa y es a ella a la que le podemos asignar un valor de verdad; esto es, lo que se afirma es verdadero o falso. Decimos que un enunciado es verdadero si aquello que expresa corresponde con los hechos tal como los conocemos; en otras palabras, si corresponde con lo que comúnmente llamamos realidad, En el caso de que la idea que se manifieste sea distinta de lo que ocurre en los hechos, entonces se le asigna el valor de falso. Hay enunciados a los cuales podemos calificar de verdaderos o falsos de manera relativamente fácil. Algunos ejemplos de enunciados que es fácil calificar de verdaderos o falsos son: hoy es lunes , esta lloviendo , mi automóvil es blanco , México es un país . Para reconocerlos como verdaderos o falsos apelamos al conocimiento de nuestros sentidos o a la información verificada con la que ya contamos. Sin embargo, hay enunciados que pueden contener...

Evaluación de argumentos (Aceptabilidad)

Para evaluar la estructura de los argumentos no deductivos no se puede exigir que cumplan con la validez, porque éstos no pueden brindar una seguridad total en el paso de as premisas a la conclusión. En el caso de este tipo de argumento se exige que cumpla con la aceptabilidad. Un argumento no deductivo tendrá una estructura aceptable cuando cumpla con los elementos de su esquema argumentativo general; por ello, para evaluar la aceptabilidad requerimos identificar el esquema general que caracteriza al tipo de argumento no deductivo que se desea evaluar. Con el fin de comprender este criterio de aceptabilidad tomemos por caso el esquema general que vimos con la introducción. Recordemos que el esquema general de un argumento inductivo establece: 1. El individuo A que pertenece a la clase X tiene la propiedad P. 2. El individuo B que pertenece a la clase X tiene la propiedad P. 3. El individuo C que pertenece a la clase X tiene la propiedad P. 4. n... Por lo tanto, probablement...

Evaluación de argumentos (Validez)

Es una característica que atribuimos exclusivamente a la estructura o forma de los argumentos deductivos . Dado que la validez es una propiedad de la estructura de un argumento, se la atribuimos a éste como un todo; esto significa que no podemos caracterizar como válidas a las premisas o a la conclusión de manera aislada. La validez es un propiedad que se atribuye a un argumento cuando el paso de sus premisas a su conclusión es necesario; una exigencia tan fuerte como ésta sólo puede ser satisfecha por los argumentos deductivos que, como vimos, tienen la característica de que los elementos de su conclusión no superan lo que está contemplando en sus premisas. La lógica ha desarrollado instrumentos  para el estudio específico de la estructura válida de los argumentos deductivos y su forma más acabada la encontramos en los sistemas formales, que aquí no revisaremos. Sin embargo, existe una manera de captar intuitivamente cuándo estamos ante un argumento deductivo válido. Sólo es nece...